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Sunday, July 13, 2008

¿NOS INVENTAMOS DE NUEVO?...EL CUADERNO EN BLANCO, LOS NUMEROS, LA ESPIRAL



"Miedos, fantasmas, pesimismos, derrotismos ....abandonos...que más??! palabras que destrozan sueños y esperanzas que tienen miles y miles de personas cada mañana para levantar las conciencias del nuevo mundo , de un mundo creativo, casi infantil e inocente pues es puro.

Yo no quiero entender ya mas esas palabras solo pongo numeros (1,2,3,4..., todo lo negativo es sustituido en mi cabeza por un numero, que tendrá el significado positivo y creativo que me dé la gana en ese momento. Yo pues soy la que me invento...vuestro mundo no lo sé, pero el mío sí. No sé donde me llevarán los números pero lo que sí se es que hablan de mis sueños y de que mi realidad está cambiando ahora TODO ES MARAVILLOSO." PORQUE NO?

http://es.youtube.com/watch?v=kLLAUPS2C1A&feature=related


http://es.youtube.com/watch?v=JiWt0Di6ZwQ&feature=related



http://www.neuralterapeuticum.org/microtubulos/info04.htm


VIDe la opinión de Protágoras, según la que el hombre es la medida de todas las cosas. De los contrarios y de los opuestos
Lo que dice Protágoras no difiere de lo que precede{419}. En efecto, Protágoras pretendía que el hombre es la medida de todas las cosas, lo cual quiere decir simplemente que todas las cosas son en realidad tales como a cada uno le parecen. Si así fuera, resultaría que la misma cosa es y no es, es a la vez buena y mala, y que todas las demás afirmaciones opuestas son igualmente verdaderas, puesto que muchas veces la misma cosa parece buena a éstos, mala a aquéllos, y que lo que a cada uno parece es la medida de las cosas.
Para resolver esta objeción basta examinar cuál ha podido ser el principio de doctrina semejante. Unos la han profesado por haber adoptado el sistema de los físicos, y en otros ha nacido de ver que no forman todos los hombres el mismo juicio sobre las mismas cosas; así que tal sabor que parece dulce a los unos, parece a los otros tener la cualidad contraria. Un punto de [306] doctrina común a casi todos los físicos es que nada viene del no-ser, y que todo viene del ser. Lo no-blanco, es cierto, viene de lo que es completamente blanco, de lo que no es en ninguna parte no-blanco. Pero cuando hay producción de lo no-blanco, lo no-blanco, según ellos, debería provenir de lo que es no-blanco, de donde se sigue, en la hipótesis dicha, que vendría algo del no-ser, a menos que el mismo objeto sea a la vez blanco y no-blanco. Esta dificultad es fácil de resolver. Hemos dicho en la física{420} cómo lo que es producido viene del no-ser y cómo del ser. Por otra parte, dar crédito igualmente a las opiniones y a las falsas aprensiones de los que están en desacuerdo sobre los mismos objetos, es una pura necedad. Evidentemente es de toda necesidad que unos u otros estén en el error; verdad que se muestra con toda claridad si se considera lo que tiene lugar en el conocimiento sensible. En efecto, jamás la misma cosa parece dulce a los unos, amarga a otros, a menos que en los unos el sentido, el órgano que juzga de los sabores en cuestión, esté viciado o alterado. Y si es así, es preciso admitir que unos son y otros no son la medida de las cosas. Esto lo digo igualmente para lo bueno y lo malo, para lo bello y lo feo y demás objetos de este género.









Los pitagóricos llamaron la atención sobre la existencia de la proporción, orden y armonía del universo. La proporción se expresa por la relación de un número respecto a otros. Igualmente el orden se expresa por números. Los pitagóricos pensaron que si la armonía –por ejemplo la de la música- consiste en la proporción de los números, igualmente la armonía del mundo consiste en la proporción numérica de sus componentes. Si los intervalos –distancia entre notas- en música se gobiernan por proporciones numéricas, igualmente el mundo es armonioso porque contiene en su interior proporciones de número.
De ello se deduce que el carácter esencial del universo es el número. A partir de esta idea, los pitagóricos avanzaron hasta la persuasión de que el mundo está compuesto de números: el primer principio de las cosas es el número: el número es aquello de lo que están hechas todas las cosas. A semejanza de los números que se dividen en pares e impares, el universo está compuesto por pares de opuestos y contradictorios. Como todos los números se reducen a esta división, de ello se deduce que lo limitado (impar) y lo ilimitado (par) son los principios últimos del universo.
El límite se identifica con la unidad; y ésta, a su vez, con el centro del universo. El límite, la unidad, es lo constitutivo del universo en su forma primordial. Luego, la unidad atrae hacia sí misma partes, números y números, de lo ilimitado (lo par). Llega un momento en que es limitado por un número (impar), por lo que se transforma en ‘algo’ definido, una cosa. De este modo procede la generación del mundo de las cosas. Los pitagóricos propusieron una lista de diez opuestos de los que se compone el universo. Éstos son: 1. Limitado e ilimitado; 2. Impar y par; 3. Uno y muchos; 4. Izquierda y derecha; 5. Femenino y masculino; 6. Movimiento y descanso; 7. Derecho y torcido; 8. Tinieblas y luz; 9. Mal y bien; 10. Oblongo y cuadrado