Tiemblo...me has arrancado el corazón con una mirada...
Tiemblo...me has cortado las alas...
Y aún así Tiemblo y que sensación más bella la de sentirme así desnuda, porque se tiene miedo a volar ya sin ti...
Aún así avanzas hacia delante porque sabes que una vez que das el paso ya solo queda llegar.
Y me lanzo sin ti con la esperanza de que estés al final allí...
Porque no puedo dejar de ser por ti, pero a la vez tu y yo ya somos dos.
Creo en lo que el corazón siente, que si fueramos seres inertes, quizás nos entenderíamos a la perfección. Pero yo no quiero entenderte solo quiero tenerte allí.
Un hombre sin corazón es un ser humano que no cambia, que se estanca, que se apalanca. Vacío. Frío. Herido...
Pierden lo que sienten cuando alguien un día les arranca la fe. Les ha mentido.
Y la fe es lo que soy mañana. Mi fe en tí transpasa montañas porque sigo creyendo en lo que el aire me trae.
No hace falta tocarte para que me sientas a través del viento esta noche.
No hace falta verte para imaginarte.
No hace falta que me eches para protegerme.
No hace falta que me mientas para escucharme.
No hace falta que te escondas para que vaya a buscarte.
No hace falta que te quedes en silencio para oirte.
No hace falta que me rompas para que sepas de lo que siento por ti.
Ya nada de esto hace falta, se me agotaron los miedos por ti.
Estoy aquí. Y te espero allí.. Donde tus sueños me llevan cada día.
Porque hace tiempo que ES.
Ahora me dejo llevar por lo que viene y me envuelve.
Aqui y ahora en tí.
Sin más excusas que sacar los limites de la habitación al pasillo.
Sin límites pero con tus ojos controlando mi vida.
Con un escalofrío que inunda mi espalda gracias a ti. Mi vida.
Con miradas que salen hacia fuera del viaje de dos cuerpos hacia dentro.
Tu me llevaste a tí, yo te metí en mí.
Deseos convertidos en experiencias únicas y vividas sólo cuando nos juntamos en esa habitación perdida.
Llenando de secretos esparcidos por las paredes.
Diseño de noches en la imaginación de mi piel ardiente.
Te invento sin acierto porque cuando llegas me pierdo de nuevo.
Me olvidé de lo que es estar dentro de tus ojos.
Un laberinto de pasiones llenas de pasillos oscuros recorriendo los cuerpos.
Me esperas, ya llego. Tenemos tiempo. Dentro de un segundo caben dos.
No pienses más en mí, así podré tocarte.
No volveré a olvidarme de quitarme la armadura cuando me ames así.
Como lo harás en esa ciudad que lleva toda la vida guardando el hueco para llenar nuestro paso por ella.
No olvidemos recoger los corazones al salir de allí.
No olvidemos recoger los corazones al salir de allí.
Obviamente no leas esto, ya que no está escrito para tí.